
En el municipio de Samaniego, en el departamento de Nariño este sábado (15 de agosto) fueron asesinados ocho jóvenes a tiros.
Es un acto mezquino, del político que sea,
aprovechar estos tristes momentos para capitalizar a su favor la repugnancia
que nos ocasiona que sean tan brutos los que portan armas en medio del monte. Estos
matones buscan que tengamos miedo y lo logran, pero también están obligando a que los
colombianos nos cansemos de su estúpida estrategia de arreo de ganado.
En esta tierra ya no estamos creyendo que la solución sea matar al que piensa diferente. También sé que en Colombia estamos entrando con el pie grande al respeto de las leyes, a la cultura de la inclusión social, al auge de la fe en un creador que nos brinda unidad como especie en un mismo planeta.
En fin, estas muertes son un acto imbécil y los responsables no siguen ninguna corriente política solo son asesinos.
info@periodicosregionales.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario